A principios de 1796, Napoleón Bonaparte, hasta poco antes un desconocido oficial del Bureau de Topographie cuya fama se debía a su liderazgo en la supresión del golpe monárquico del 13 de vendimiario en París, fue elevado al frente de la Armée dItalie.
El 4 de noviembre de 1576, se produjo el saco de Amberes por tropas españolas. La historiografía tradicional ha presentado este hito, que marcó el inicio de una nueva fase de la Guerra de Flandes como el ataque de una tropa de amotinados rebeldes contra una ciudad indefensa.
Una de las maniobras más difíciles de la navegación a vela consiste en trasluchar o trabuchar, es decir, cambiar de amura el velamen para virar en redondo.
A finales de 1643 habían transcurrido poco más de tres años desde el inicio de la Guerra de los Segadores. El frente apenas se había movido desde la conquista francesa del Rosellón en 1642, pero mucho había sucedido en el plano político.
El 8 de julio de 1709 se dirimió el destino del noreste de Europa en las estepas de Ucrania, unos pocos kilómetros al norte de la pequeña ciudad de Poltava.
La independencia de los Estados Unidos de América habría sido imposible sin la ayuda española a las Trece Colonias.
En verano de 1837, tras cuatro años de lucha, la contiende civil que asolaba partes de España desde la muerte de Fernando VII en 1833 parecía abocada a prolongarse indefinidamente, sin que ninguno de los dos bandos lograse una ventaja significativa.
La defensa de la antigua misión española de El Álamo en 1836 frente al ejército mexicano al mando del general Santa Anna constituye un hito en la historia de Norteamérica todavía hoy, cuando el pasado está siendo más cuestionado que nunca en Estados Unidos.
En 1578 murió en combate en Marruecos, sin descendencia, el joven rey Sebastián de Portugal.
La Guerra de Crimea no fue más que un capítulo intermedio de la llamada “cuestión oriental”.
Este 2021 se cumplen quinientos años de la derrota de los comuneros en la batalla de Villalar. Calificada por autores como José Antonio Maravall y Joseph Pérez como la “primera revolución moderna”, la Guerra de las Comunidades se tradujo para la corona de Castilla en el tránsito de la Edad Media a la Moderna.
La figura de Fernando Álvarez de Toledo, III duque de Alba, el Duque de Hierro, permanece inextricablemente ligada a la Guerra de Flandes.
La historia de la batalla de Little Bighorn es la de una victoria y una derrota.
Cartagena de Indias, primera escala de la ruta de la Flota de Indias y principal puerto del virreinato de Nueva Granada, fue siempre un objetivo codiciado por piratas y corsarios. Desde finales del siglo XVII, sin embargo, fueron las armadas enemigas de la Corona española quienes pusieron sus miras en la ciudad.
Al comienzo de la novela Las cuatro plumas, el padre de uno de los protagonistas y sus veteranos compañeros de armas se reúnen para contar historias de la Guerra de Crimea, “relatos de muerte, de hazañas arriesgadas, de padecimientos, el hambre y el frío de la nieve”, pues así se caracterizó el asedio de Sebastopol.
Para una Europa dividida por la reforma protestante y con múltiples reinos inmersos en disputas seculares, el espíritu de cruzada propio de épocas previas era poco más que un glorioso recuerdo.
La Monarquía Hispánica afrontó en la década de 1640 el mayor de cuantos desafíos estaba destinada a toparse en su lucha por mantener la hegemonía en Europa.
El 17 de septiembre de 1862 fue el día más sangriento de la historia de los Estados Unidos. En los ondulados prados y campos de cultivo y las estribaciones boscosas situados entre el río Potomac y uno de sus afluentes, el Antietam, al norte de la población de Sharpsburg, Maryland, se produjo una de las mayores batallas de la Guerra de Secesión.
La formidable armada aprestada en Lisboa por órdenes de Felipe II a principios de 1588 parecía destinada a lograr un triunfo de la magnitud de Lepanto, o al menos eso esperaba la Europa católica.
A principios de 1798, los ejércitos de la República francesa habían vencido a todos sus enemigos excepto uno: Gran Bretaña. El enfrentamiento, que destacados líderes franceses equiparaban, por la esencia antagónica de ambos países, a las Guerras Púnicas entre Roma y Cartago, debía forzosamente decidirse fuera de Europa.
El 8 de noviembre de 1620 se libró en una colina a las afueras de Praga, la Montaña Blanca, una de las batallas más decisivas de la historia de Europa central.
En la gran obra Comentarios de la guerra de España e historia de su Rey Phelipe el Animoso, el noble sardo de origen valenciano Vicente de Bacallar y Sanna (1669-1726) prolonga la contienda que comenzó en 1704, la Guerra de Sucesión española, hasta el Tratado de Viena de 1725
Cuando estalló la Guerra de Crimea, Mijaíl Pogodin, el historiador ruso más influyente de la época de Nicolás I, advirtió que el imperio se aproximaba a una encrucijada: “Ha llegado el momento más grande de la historia de Rusia –más grande tal vez que la época de Poltava y Borodinó–. Si Rusia no avanza, retrocederá; esa es la ley de la historia”.
Si los asedios fueron una rara avis en las Guerras Napoleónicas, aquellos en los que los defensores resistieron a ultranza, contra viento y marea, lo fueron aún más.
En 1604 concluía, tras más de tres años de lucha, el costoso asedio de Ostende, una verdadera sangría humana y económica que dejaba al borde del agotamiento, tras un cuarto de siglo de combates incesantes, tanto a la Monarquía Hispánica como a las Provincias Unidas
La Guerra Franco-India parece casi inseparable de la conocida novela de James Fenimore Cooper, El último mohicano (1826)
Las guerras de independencia hispanoamericanas fueron conflictos de una complejidad inédita en la Europa recién salida de las Guerras Napoleónicas.
Los sucesos que afectaron al centro de Europa en 1683 fueron singulares. La invasión otomana de las tierras de los Habsburgo vieneses y el asedio de su capital han sido considerados, durante mucho tiempo, el clímax de un enfrentamiento atávico entre enemigos acérrimos.
Con el presente número llega a su fin la trilogía que iniciamos, en abril de 2016, sobre la invasión francesa de Rusia. Tras la batalla de Borodinó llega la retirada de Moscú, que ocupa un lugar privilegiado en la epopeya napoleónica.
La batalla de Pavía es el símbolo del fin de una época y el epítome de un periodo de transición en la forma de hacer la guerra. La mañana del 24 de febrero de 1525, en el extenso parque ubicado al norte de la ciudad –antiguo coto de caza de los duques de Milán–
En julio de 1745, el príncipe Carlos Eduardo Estuardo desembarcó en las islas británicas resuelto a devolver los tronos de Inglaterra y Escocia a su estirpe, derrocada en 1688.
Suecia y la Guerra de los Treinta Años por Lars Ericson Wolke (Försvarshögskolan) En diciembre de 1631, las tropas suecas cruzaron el Rin y entablaron batalla contra las fuerzas españolas en las cercanías de Oppenheim. El encuentro demostró claramente que la “guerra alemana” era más bien un gran conflicto europeo librado en suelo germano.
Kutúzov toma el mando por Oleg Sokolov (Sankt Peterburgski Gosudarstvenny Universitet)
El terrible conflicto que se inició con el alzamiento morisco, en la víspera de la Navidad de 1568, fue el resultado de una serie de factores que había hecho crecer la tensión desde hacía al menos un década.
La Guerra de Flandes
Estallido Guerra de Secesión
La Guerra de Sucesión Española
1813. Napoleón contra Europa